Es difícil saber qué es lo que hacen
verdaderamente los adolescentes dentro de los centros comerciales;
principalmente se tiene conocimiento de actividades que se limitan en la visita
a la zona de comidas, de juegos, o simplemente “vitriniar”. Para alguno de
nosotros como jóvenes es un espacio de esparcimiento y sana diversión.
 Después de una dura jornada llena de parciales
y trabajos, me dirijo al centro comercial Cabecera Cuarta Etapa para comer
helado en compañía de un amigo, es martes, alrededor de las dos de la tarde e igual
que muchos jóvenes que frecuentan este establecimiento, mi amigo y yo paseamos
por todas las tiendas,  antojados de
zapatos, ropa y carteras. Cansados de caminar durante una hora, nos dirigimos a
Mimos para comer helado y mientras disfrutamos de nuestra “copa euforia”
divisamos a las demás personas.  
Es curioso ver que algunos jóvenes hoy
frecuentan el centro comercial cuarta etapa en estos tiempos en que se abren al
mercado quizás dos de los más grandes centros comerciales del oriente
colombiano como lo es “El Cacique” y “Parque Caracolí”. 
En primera instancia creeríamos que
se debe a que Cuarta Etapa se encuentra en la periferia de la ciudad, está
ubicado en la zona de Cabecera que podríamos decir es exclusiva en la ciudad,
además podemos estar todo un día entero en él y hacer innumerables de cosas
como ir a cine, hacer compras, comer y estaremos más cerca para llegar a casa
pero la realidad es otra.
Hoy por hoy, en donde los medios de
comunicación como la televisión o el internet proporciona un sin número de
series en donde los adolescentes son rebeldes y decididos, permite que este
factor afecte la inocencia y la moral de dichos jóvenes, no por el hecho de ver
parejas comiendo helado y pasear por todo el centro comercial para pasar tiempo
juntos, sino por lo que suelen realizar dentro de estos lugares. Lo
extrañamente increíble es que frecuentan Cine Colombia de Cuarta Etapa, ya que
permanece solo entre función y función.
Son las cuatro de  la tarde y movidos por la curiosidad, mi
amigo y yo nos desplazamos a Cine Colombia para para ver la película que se
estrena este día, nos encontramos detrás de una pareja que no tiene en mente la
película que van a ver, por el contrario buscan una función en dónde no se
encuentre mucha gente, lo sorprendente de la escena es la ubicación que escogen,
en la parte más alta del cinema; en ésta función hay unas cuantas personas pero
en la parte inferior más cerca de la pantalla; con ganas de estudiar este
comportamiento compramos una boleta en la misma función y un poco cerca a la
pareja.
Inicia la película alrededor de las
cuatro y treinta en completa normalidad; pasados algunos minutos, para sorpresa
nuestra, hemos notado que la pareja  no
le pone atención a la película, ya que aprovechando la oscuridad de la sala empiezan
a besarse y al joven se le ven más manos de las normales, parece un “pulpo”.
Observando de reojo, para evitar levantar sospechas y en un momento de euforia,
vemos que la chica tiene su cara en la parte inferior del cuerpo del chico. Y
esto no termina ahí, después de un cuarto de hora más, llegando así a las cinco
de la tarde, la joven quien trae una minifalda, se sienta cuidadosamente sobre
los extremidades inferiores de su pareja y lentamente se siente un movimiento y
agitada la respiración entrecortada de la chica ya que el joven tiene su mano
sobre la boca de ella. Aterrada totalmente de tal conducta, salimos rápidamente
de la sala. 
No es la primera vez que ocurre en
el centro comercial, esto dicen algunos jóvenes y celadores de turno, el sexo en
el cine sea convertido en una nueva forma de salir de la rutina recurriendo a
la adrenalina saliendo así de la rutina y “fortaleciendo más las relaciones”.
Pero esto no sólo se ve en Cine
Colombia de Cuarta Etapa, también se da en los baños del centro comercial, los
chicos buscan la manera de ingresar a las cabinas sanitarias en pareja para
realizar sus prácticas lujuriosas. Es una problemática que se ha vuelto
frecuente en éste centro comercial y también los demás centros comerciales, la
influencia de los anteriormente mencionados medios de comunicación, han
provocado en los jóvenes abrir sus mentes a otras posibilidades de disfrutar la
vida con una dosis de adrenalina. 
¿Será que se dan cuenta las demás
personas de éstas prácticas? ¿Qué piensan los directivos de los centros
comerciales de éstas situaciones? La realidad es que la gente hace caso omiso a
estas situaciones, ya que pueden encontrar en flagrancia a estas parejas, pero
como no se trata de sus hijos o familiares, ignoran la situación y hacen como
si nada hubiese pasado. La tarea está en los padres ya que éstos deben hablar
más con sus hijos y hacerles ver que las prácticas ya mencionadas no son la única
alternativa de salir de la rutina y hacer una relación más intensa.
