domingo, 28 de julio de 2013
PAISAJES
Girón (Equilibrio)
Cañón del Chicamocha (Inestabilidad)
Girón (Simetría)
Girón (Asimetría)
Girón (Simplicidad)
Cañón del Chicamocha (Complejidad)
Girón (Unidad)
Fragmentación
Cañón del Chicamocha (Reticencia)
Exageración
Girón (Predictibilidad)
Girón (Espontaneidad)
Afrodita, San Gil (Actividad)
Afrodita, San Gil (Pasividad)
Sutileza
Audacia
Berlín (Neutralidad)
Girón (Acento)
Girón (Transparencia)
Opacidad
Girón (Realismo)
San Gil (Distorsión)
Girón (Profundidad)
Berlín (Plano)
Singularidad
Yuxtaposición
Secuencialidad
Girón (Aleatoriedad)
Continuidad
Girón (Regularidad)
CRÓNICA TRES: MALDITO DESPERTADOR
Nuevamente me levanto con ganas de hacer aquello que ha
venido turbando mi paciencia, mis pensamientos y mis sueños. Y no es para menos
sentirme inquieta, he esperado con ansias a que llegue este día. En muchas
ocasiones hemos intentado con Armando hacerlo, pero siempre se nos interpone
algo. La primera vez estuvimos punto, pero escuchamos murmullos lo que nos
turbó y dañó el encuentro, la segunda, estábamos en las puertas de la casa ya
de salida y tuvo que entrar a cuidar a su hermana; en fin, han sido más las
veces que nos hemos quedado con las ganas de intentarlo.
Hoy domingo espero que sea el día. Son las nueve de la
mañana y Armando pasa por mi casa para invitarme a salir; después de un
desayuno y de la bendición que me dan mis padres y posteriormente de la
despedida cortés de Armand -como le dicen cariñosamente en casa-, salimos y él
me cuenta los planes que tiene preparados para el día de hoy.
Estoy algo emocionada, creo que mi cara expresa la
tensión y efervescencia que nos ofrece el momento, pienso que por fin tendremos
la oportunidad de estar juntos y elevar a otro nivel nuestra sexualidad. Son
alrededor de las diez de la mañana, y nos vamos en su carro para Zapatoca, -es
lo que dijimos en casa-; y no estamos mintiendo, sólo que ese no es nuestro
destino final. Mareada por tantas curvas y la inmensidad de los cerros y
precipicios, Armando se desvía por una carretera destapa y cariñosamente me dice
“no tengas miedo”.
A lo lejos puedo escuchar el arrullo y tranquilidad que
produce el cauce de un arroyo. Mi corazón palpita a mil por hora y mi expresión
no puede ser más evidente. Con una leve caricia Armand me dice que deje la
ansiedad –y cómo no sentir ansiedad sí es lo que hace tiempo deseo- -creo que
es un poco tonta su intervención intentando calmarme-. Nos internamos entre la
maleza siguiendo el arroyo, él me
comenta que cerca de allí se encuentra un pozo en el cual nos podemos bañar,
por un momento creo que ya tenía bien estudiado el lugar y eso me da
tranquilidad porque presiento que esta vez sí será.
Con el ardiente sol de mediodía, y un poco apenada por no
haber traído ropa de baño, Armando rápidamente me ofrece su camisa para que
pueda meterme en el arroyuelo. Con dulces palabras y galanteos, me aplica
bloqueador para que el sol no pueda producirme alguna insolación.
Sumergidos ya en el agua y como prosiguiendo en un
ritual, algo mojados no sólo por el roce con aquel manantial, sino también por
la desbordante pasión que entre nosotros
dos ha surgido, empezamos a acariciarnos y besarnos como un par de chiquillos,
la excitación que nos produce aquel encuentro hace palpitar nuestros corazones y sentir a la
vez temor que nos encuentren desnudos en aquel lugar, pero también es esta
emoción la permite que cada vez suban más los ánimos y se despierte nuestro
deseo.
Después de casi quince minutos –algo relativo, ya que
pude perder la noción del tiempo- acompañados de besos, caricias, roces y
suspiros de desahogo, además de uno que otro pescadito que muerde nuestras
piernas y nos roban sonrisas en medio de la nada, Armando, procede a quitarme
la camisa y quedo totalmente desnuda, y no sólo desnudamos nuestros cuerpos,
además lo hicimos con nuestras almas; con la piel erizada provocada por la
brisa y también por presencia de mi amado, en un lento suspiro él me dice que
me ama, mis sentimientos y emociones no pueden ser mejores, pero para desgracia
de mi suerte el maldito despertador suena con la alarma que me dice que ya es
hora de despertar y tristemente debo volver a la realidad y quedarme una vez
más con las ansias de hacerlo.
miércoles, 10 de julio de 2013
CRÓNICA DOS: DE COMPADRES A ENEMIGOS
Es sábado por la mañana y los
primeros rayos del sol cobijan al par de compadres que todos los días salen a
laborar por las calles del Centro de Bucaramanga, y no es cualquier trabajo ya
que madrugan a las tres de la mañana para comprar la mercancía que
posteriormente venderán al “menudeo” como ellos mismo lo llaman. Sí, son
vendedores ambulantes que por medio de este humilde pero honrado trabajo
intentan sacar adelante a sus familias conformadas por esposa y cinco hijos
respectivamente.
La mañana transcurre sin percances,
Juan, el vendedor de la zorra amarilla con banderas de Colombia que contiene
mangos, invita el desayuno a su compadre Jorge quien vende aguacates en una
canasta pequeña para mejor comodidad. El desayuno es el predilecto de todo
colombiano, tamal, chocolate y pan, realmente se ve la familiaridad con que se
tratan este par de personas, y no es para menos, Jorque es el padrino de Wendy,
la hija menor de Juan.
Trascurren las horas y empieza el
agitado comercio por la calle 33, cerca de la plaza central; las señoras de la
“vida alegre”, (si es que se le puede llamar así a las pobres mujeres que
tuvieron poca fortuna en la vida), salen a esperar clientes pueblerinos que
llegan en busca de los servicios de éstas; el tráfico se hace más lento por las
múltiples carrozas de mercado ubicadas sobre la calle y la gente que se
estaciona para escoger la mejor mercancía para llevar a sus hogares. Jorge
logra vender tres aguacates por cinco mil, además ayuda a su compadre
convenciendo a la ama de casa para que lleve también los frescos mangos de Juan
para que haga un delicioso jugo para el almuerzo. En esta constante interacción
de fraternidad pasa la mañana hasta que llega el almuerzo.
Con el ardiente sol de mediodía los
compadres mandan a comprar un par de cervezas para calmar la sed producida por
“el mono” (el sol), que entre risas y chanzas van pidiendo más alcohol y dejan
a un lado su mercancía para darse un espacio de esparcimiento y diversión.
Mientras van llegando sus hijos a pedir dinero para comprar golosinas, los
compadres completan una caja de cerveza Águila y se va acortando el presupuesto
para el mercado semanal de sus casas.
No en vano dicen que los niños y los
borrachos dicen la verdad, y esta razón sería la causa de un rose; a Jorge se
le ocurre mencionar un encuentro furtivo que tuvo en su juventud con Marina, la
mujer de Juan, éste bastante acalorado y decepcionado de su compadre saca su
cuchillo con el que abre las cajas de mercancía y amenaza a Jorge con
arrebatarle la vida. Éste no se queda atrás y desenfunda un arma corto punzante
con la que responde a las amenazas de Juan. Mientras los gritos de los curiosos
y algunos transeúntes impactados, se va avivando la riña entre los dos hombres que hasta hace
una hora eran amigos y compadres del alma.
En una maniobra bien elaborada y
aprovechando el descuido de Jorge a quien el alcohol está disminuyendo sus
reflejos, Jorge clava en el abdomen de su compadre el cuchillo y posteriormente
se ensaña con éste hombre que cayó boca abajo contra el pavimento; al ver
correr la sangre, los curiosos llaman inmediatamente a las autoridades
competentes quienes no demoran en bajar del CAI ubicado en el parque
Centenario. Dos de los tres policías esposan a Jorge quién todavía se encuentra
sobre el cuerpo aún con vida de su compadre, salpicado hasta el alma de sangre
se llevan al vendedor de aguacates para el CAI e inician el proceso legal
correspondiente; por otro lado la ambulancia traslada de inmediato a Juan al
hospital universitario pero en el camino muere.
Ante esta situación que agrava el
delito de Jorge, éste es enviado a la cárcel modelo a primera hora del domingo.
Los forenses indicaron que el pulmón de Juan estaba totalmente destruido por
las diferentes puñaladas recibidas que en total fueron cuarenta y cinco.
La investigación que reunió el
encargado del caso arrojó que el comportamiento de este par de compadres era habitual pero el sábado 13 de abril la
historia cambiaría. Los testigos dijeron que se había iniciado ya que Juan
insultó a la madre de su compadre, otros dijeron que fue porque Jorge no quería
pagar las dos canastas de cervezas consumidas en la tarde y unos pocos
mencionaron la razón anteriormente citada de los amoríos de Marina y Jorge.
La única verdad es que por una tarde
de “frías” dos familias quedaron sin padre, por un lado la familia del difunto
Jorge y por el otro la familia de Juan, quien recibió 25 años de cárcel por su
delito y sobre todo terminó la amistad entre dos grandes compadres quienes por
los influjos del alcohol se convirtieron en enemigos.
CRÓNICA UNO: INTENSA ACTIVIDAD EN EL CENTRO COMERCIAL CUARTA ETAPA
Es difícil saber qué es lo que hacen
verdaderamente los adolescentes dentro de los centros comerciales;
principalmente se tiene conocimiento de actividades que se limitan en la visita
a la zona de comidas, de juegos, o simplemente “vitriniar”. Para alguno de
nosotros como jóvenes es un espacio de esparcimiento y sana diversión.
Después de una dura jornada llena de parciales
y trabajos, me dirijo al centro comercial Cabecera Cuarta Etapa para comer
helado en compañía de un amigo, es martes, alrededor de las dos de la tarde e igual
que muchos jóvenes que frecuentan este establecimiento, mi amigo y yo paseamos
por todas las tiendas, antojados de
zapatos, ropa y carteras. Cansados de caminar durante una hora, nos dirigimos a
Mimos para comer helado y mientras disfrutamos de nuestra “copa euforia”
divisamos a las demás personas.
Es curioso ver que algunos jóvenes hoy
frecuentan el centro comercial cuarta etapa en estos tiempos en que se abren al
mercado quizás dos de los más grandes centros comerciales del oriente
colombiano como lo es “El Cacique” y “Parque Caracolí”.
En primera instancia creeríamos que
se debe a que Cuarta Etapa se encuentra en la periferia de la ciudad, está
ubicado en la zona de Cabecera que podríamos decir es exclusiva en la ciudad,
además podemos estar todo un día entero en él y hacer innumerables de cosas
como ir a cine, hacer compras, comer y estaremos más cerca para llegar a casa
pero la realidad es otra.
Hoy por hoy, en donde los medios de
comunicación como la televisión o el internet proporciona un sin número de
series en donde los adolescentes son rebeldes y decididos, permite que este
factor afecte la inocencia y la moral de dichos jóvenes, no por el hecho de ver
parejas comiendo helado y pasear por todo el centro comercial para pasar tiempo
juntos, sino por lo que suelen realizar dentro de estos lugares. Lo
extrañamente increíble es que frecuentan Cine Colombia de Cuarta Etapa, ya que
permanece solo entre función y función.
Son las cuatro de la tarde y movidos por la curiosidad, mi
amigo y yo nos desplazamos a Cine Colombia para para ver la película que se
estrena este día, nos encontramos detrás de una pareja que no tiene en mente la
película que van a ver, por el contrario buscan una función en dónde no se
encuentre mucha gente, lo sorprendente de la escena es la ubicación que escogen,
en la parte más alta del cinema; en ésta función hay unas cuantas personas pero
en la parte inferior más cerca de la pantalla; con ganas de estudiar este
comportamiento compramos una boleta en la misma función y un poco cerca a la
pareja.
Inicia la película alrededor de las
cuatro y treinta en completa normalidad; pasados algunos minutos, para sorpresa
nuestra, hemos notado que la pareja no
le pone atención a la película, ya que aprovechando la oscuridad de la sala empiezan
a besarse y al joven se le ven más manos de las normales, parece un “pulpo”.
Observando de reojo, para evitar levantar sospechas y en un momento de euforia,
vemos que la chica tiene su cara en la parte inferior del cuerpo del chico. Y
esto no termina ahí, después de un cuarto de hora más, llegando así a las cinco
de la tarde, la joven quien trae una minifalda, se sienta cuidadosamente sobre
los extremidades inferiores de su pareja y lentamente se siente un movimiento y
agitada la respiración entrecortada de la chica ya que el joven tiene su mano
sobre la boca de ella. Aterrada totalmente de tal conducta, salimos rápidamente
de la sala.
No es la primera vez que ocurre en
el centro comercial, esto dicen algunos jóvenes y celadores de turno, el sexo en
el cine sea convertido en una nueva forma de salir de la rutina recurriendo a
la adrenalina saliendo así de la rutina y “fortaleciendo más las relaciones”.
Pero esto no sólo se ve en Cine
Colombia de Cuarta Etapa, también se da en los baños del centro comercial, los
chicos buscan la manera de ingresar a las cabinas sanitarias en pareja para
realizar sus prácticas lujuriosas. Es una problemática que se ha vuelto
frecuente en éste centro comercial y también los demás centros comerciales, la
influencia de los anteriormente mencionados medios de comunicación, han
provocado en los jóvenes abrir sus mentes a otras posibilidades de disfrutar la
vida con una dosis de adrenalina.
¿Será que se dan cuenta las demás
personas de éstas prácticas? ¿Qué piensan los directivos de los centros
comerciales de éstas situaciones? La realidad es que la gente hace caso omiso a
estas situaciones, ya que pueden encontrar en flagrancia a estas parejas, pero
como no se trata de sus hijos o familiares, ignoran la situación y hacen como
si nada hubiese pasado. La tarea está en los padres ya que éstos deben hablar
más con sus hijos y hacerles ver que las prácticas ya mencionadas no son la única
alternativa de salir de la rutina y hacer una relación más intensa.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)
-
Bienvenido al Banco de Preguntas Icfes Saber 11°, a continuación encontrarás cuadernillos con las preguntas tipo Icfes de años anteriores, p...
-
La secuencia expositiva es una unidad textual en la que el autor intenta explicar o informar de un concepto, un hecho, un descubrimiento o u...
-
LAS FIGURAS LITERARIAS ¿Qué son las figuras literarias? Las figuras literarias, tropos o figuras retóricas, son una ser...









.jpg)
.jpg)
.jpg)

+Actividad.jpg)
+Pasividad.jpg)





